viernes, 15 de enero de 2016

ESCENA DE "MÍA STELLA"

Hola a todos.
Aquí os traigo un fragmento de mi novela Mía Stella que me encantaría compartir con vosotros.
Debido a que no puedo subir este fragmento al blog dedicado a mi novela debido a los problemas que tengo con Blogger, he decidido compartir este fragmento aquí.
Deseo de corazón que os guste.

                                 Y, ahora, eran los chicos de la isla los que besaban a Heather. Algún que otro chico besaba a Heather. La besaban en las mejillas. La besaban con frecuencia. Pero no le metían la lengua en la boca. No eran tan atrevidos como para meterle la lengua en la boca a Heather. Los chicos cogían las manos de la muchacha y se las besaban. Y Heather se dejaba besar. Siempre se dejaba besar si era de manera casta.
                        Había un chico que parecía que estaba enamorado de Heather. Margaret no sabía cómo se llamaba aquel muchacho. Le conocía de vista.
            Había sido el chico que más veces había besado a Heather.
            La había besado hasta en cinco ocasiones. Incluso la propia Heather le confesó en una ocasión a Margaret que aquel había sido el primer chico que la besaba. Y se ponía roja cada vez que lo recordaba. Unos labios pegados a los suyos…Un beso de amor…El primer beso de amor que recibía…
                        Incluso Margaret había sido testigo de un suceso que la tenía bastante preocupada. Había visto a aquel joven, el hermanastro de Olivia, con el torso desnudo, llenando de besos los pechos desnudos de Estelle. Como había hecho días antes, cuando llenó de besos el adorable rostro de Estelle. Ello había llevado a Margaret a preguntarse si su hermana continuaba siendo virgen. ¿Seguía siendo virgen Estelle? ¿Qué debía de hacer ahora?
            Ese suceso la tenía preocupada. Aquel joven no estaba bien de la cabeza. Lo sabía todo el mundo.
                Los hombres sólo querían besar a Estelle. No estaban interesados en besar a Margaret. Nunca más Margaret recibiría un beso. Era a Estelle a la que besaban los chicos…Era a Estelle a la que besaban los hombres…Sólo puedo hacer una cosa, pensaba, en ocasiones, Margaret. Morirme. No me queda otra cosa que hacer. Y lloraba al pensar eso. Margaret era todavía joven. Se sabía aún hermosa. Pero no podía competir con Estelle. Estelle recibía ahora muchos besos. La besaban en los labios. Y llenaban de besos su piel…Cubrían de besos su cuerpo…Quizás lo hacía el chico que le mordía los pechos…El chico que había sido el primero en darle un beso de amor.
                  No sólo le había besado los pechos. También se había atrevido a besarle el sexo.

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