lunes, 1 de septiembre de 2014

ESCENA DE UNA DE MIS HISTORIAS

Hola a todos.
Hago un pequeño parón en Una brisa suave porque me gustaría compartir con vosotros el fragmento de una de mis historias.
Yo la considero como una versión decimonónica de las famosas Cincuenta sombras de Grey. 
Y no estoy exagerando.
Son varias novelas que escribí hace años y que quiero corregir. Me da un corte terrible que vean la luz porque tienen muchas escenas subidísimas de tono.
Cuenta la historia de James, un joven conflictivo, aficionado al alcohol y al opio, de tendencias autodestructivas y extraños gustos sexuales (y no estoy hablando de sadomasoquismo) que está sumido en una profunda espiral desde que se murió su mujer y su pequeño hijo. Su hermana y su cuñado fallecen y él viaja a La India en compañía de su otra hermana. Se hospeda en la casa de las primas de su cuñado, a las que conoce desde hace años porque el cuñado también está emparentado con su familia. Hester, la hermana menor de su cuñado es una chica de dieciséis años inocente y bonita que siente una gran fascinación por James.
Poco a poco, se van enamorando de manera apasionada y ardiente. Hester trata de librar a James del abismo al que se precipita.
En este fragmento, vemos una escena entre Hester, sus hermanas y Olivia, la hermana de James.

                                 El paseo en carruaje no calma los nervios de Olivia.
-¡No quiero que venga James!-protesta.
                                 Mis hermanas y yo nos miramos con gesto serio. Eileen le dice a Olivia que es normal que James tenga que estar aquí.
                                Después de todo, quien ha muerto es también su hermana. Olivia no quiere saber nada de James.
-Está loco-afirma.
-Nuestro padre puede ayudarle-insiste Eileen-Él tiene que dejarse ayudar.
                              Yo pienso que nuestra madre también podría hacer algo para ayudar a James. Va a venir a parar a nuestra casa.
                               Caitlin recuerda a nuestro primo y a su mujer. Sus ojos se llenan de lágrimas al pensar en ellos. Bree le coge la mano. Intenta consolarla.
                               En ocasiones, siento el deseo de romper a llorar. Pero trato de mantenerme serena.
                               Oigo las quejas de Olivia ante la llegada de James. Escucho las palabras de consuelo que le dedica Bree a Caitlin.
-A Richard no le gustaría verte así-le dice.
-No se trata sólo de la muerte de Richard-replica Caitlin-Se trata de lo que va a pasar con su título.
-El título tiene que ir a parar al heredero varón-comento-El problema es que no hay ningún heredero varón. Richard era hijo único. No tuvo hijos con Annie. Y no tiene ningún primo varón.
-Vuestro padre sería el nuevo marqués-interviene Olivia.
                             La miramos con gesto extraño. Mi padre nunca ha mencionado nada al respecto. No creo que se convierta en marqués de la mañana a la noche. Es mucho más mayor que mi primo.
                            Los tíos no pueden heredar los títulos de los sobrinos.
                            Miro por la ventana del carruaje.
-Puede que James se convierta en marqués-sugiere Caitlin-Pero él ya tiene un título. Lo rechazará.
                            Olivia menea la cabeza en sentido negativo. Se niega a que venga James.
-¡Es un monstruo!-sentencia con rabia.
                           Está muy nerviosa.
-Aunque sea un monstruo, es su deber visitar la tumba de Annie-replica Eileen con firmeza-También es su hermano. Y no olvidemos que es tu hermano.
-Él no es bueno-insiste Olivia.
                           No seré yo quién juzgue a James. Hace mucho tiempo que no le veo.
                           Me alegro de que Olivia esté viviendo con nosotros. Sin embargo, la idea de que James pueda aparecer de un momento a otro la angustia. Sospecho que, en el fondo, desea que James esté aquí.
                             No lo quiere decir. Pero es algo que piensa. Sospecho que cuenta los minutos que faltan hasta que le vea. A pesar de todo, no deja de ser su hermano.
-¿Por qué dices que no es bueno?-le pregunto.
-Bebe hasta perder el conocimiento-responde Olivia-Sé que toma opio. ¡Opio! Y hace otras cosas. Cosas que no están bien.
-¿Qué clase de cosas?
-¡Hester!-se escandaliza Caitlin-¡Por Dios! ¡No quieras saber tanto!
-¿He dicho algo malo?-le pregunto, asustada.
                          Bree se santigua.
-No has dicho nada malo-interviene Eileen-Pero hay cosas que es mejor que no sepas. Eres la más joven de todas las que están en este carruaje. Eres casi una niña. Madre y padre ayudarán a James a enderezar su vida. Confórmate con saber eso.
                          Eileen besa a Olivia en la frente.

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