martes, 19 de agosto de 2014

UNA BRISA SUAVE

UNAS LÍNEAS DEL DIARIO DEL JOVEN RICARDO BALLESTER

A LO LARGO DE TODO EL MES DE MAYO

                       Me digo a mí mismo que he de ser fuerte. 
                      Me he pasado los últimos días yendo y viniendo. Voy del hotel donde me alojo hasta el Obispado. 
                         No sé la de veces que he intentado hablar con el Señor Obispo. Y no lo he conseguido. 
                       Mi único consuelo es escribirle a Claudia. Me conformo con saber que ella está bien. 
                      Pero el correo es lento. Y mis cartas tardan en llegarle. 
                       A la vez, las cartas que me escribe tardan en llegarme. Y yo pienso que ese malnacido de Pedro Serrano está cerca de ella. Y puede intentar hacerle algo. ¡Me aterra la idea de que le haga daño!
                          Claudia me oculta algo. Tiene que ver con Augusta. No quiere decirme de qué se trata. 
                        Yo ya no sé qué hacer. ¿Sigo en Tarragona intentando hablar con el Señor Obispo? ¿O regreso a Buda? Tan sólo sé que no puedo vivir sin Claudia. 


                       Esperaré. Seré paciente. 
                        Conseguiré una respuesta. Y, entonces, regresaré a Buda. 
                      Me casaré con Claudia. Y todo irá bien. Seremos muy felices los dos juntos. 

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