domingo, 17 de agosto de 2014

ESCENA ELIMINADA DE "A ORILLAS DEL MAR"

Hola a todos.
Hoy, hago un ligero parón en mi blog novela "Una brisa suave" para descansar un poco.
Pero no me olvido de este blog.
En esta ocasión, me gustaría compartir con vosotros un fragmento de mi novela A orillas del mar. 
Esta en fase de borrador. La cojo. La corrijo. La dejo. La vuelvo a coger. La vuelvo a corregir. Todavía le queda mucho por pulir.
E ignoro cuándo y dónde verá la luz.
De momento, os dejo con esta escena eliminada.
Espero que os guste.

             Parecía que habían pasado siglos. Rosa tuvo aquella sensación cuando entró en el comedor.
            Vio la silla que había pertenecido a Aurora que estaba vacía. Nunca nadie más se volvería a sentar en aquella silla. Sintió una dolorosa punzada en su corazón. Ya no era una niña a la que había que ocultársele todo lo que pasaba.
            Rosa ya tenía diecisiete años. De algún modo, conocía bien el funcionamiento del mundo.
            Su prima Elisa se sentó a su lado. Ella no podía sentarse tampoco en la silla que había pertenecido a Aurora.
-¿Tienes mucha hambre, prima?-le preguntó Rosa a Elisa-Comes muy poco últimamente.
-No me siento muy bien-respondió la joven-Y eso es muy raro. Siempre he gozado de una buena salud.
-Debe de ser el calor. Vives en una zona muy cálida. Pero eso es bueno.
-Sí…
            Casi no le salía la voz a Elisa. Doña Adela frunció el ceño cuando contempló la cara de su sobrina. La salud de Elisa parecía estar deteriorándose por momentos. Ya no parecía la niña activa y llena de imaginación que había sido cuando llegó a su casa.
            La criada sirvió la sopa.
            Era la hora de la comida.
-Avisaré al médico-decidió doña Adela-Le diré a uno de los criados que vaya a buscar al médico. O yo misma te llevaré a su consultorio para que te examine.
-Yo me encuentro bien, tía Adela-replicó Elisa con suavidad.
-Casi no comes, cariño. Estoy preocupada por ti.
-De verdad…Me encuentro bien. Debe de ser el calor. No termino de acostumbrarme al calor.
-Eso es muy raro-opinó María Jazmín-Hace siete años que vives con nosotros. Siempre ha hecho calor aquí. Pensé que te habías acostumbrado al calor. Incluso…Parecía que disfrutabas de un clima tan agradable. Con Sol…Con cielos despejados…Teniendo el mar cerca. Es como vivir en el Paraíso. ¿No crees?
-Yo pienso que nuestra Elisa está constipada-aseveró Ángela-Es un ser humano. Puede resfriarse.
-¡Yo no quiero que la prima Elisa esté malita!-se dolió Margarita. 

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